Desde el gobierno provincial admitieron que la realización del Superclásico allí dejó unos 4 mil millones de pesos. Aquí, el estado del estadio marplatense sigue privando a la ciudad de la llegada de grandes eventos.
El triunfo de Boca sobre River en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba dejó tela para cortar más allá del aspecto deportivo, en el que el equipo de Diego Martínez fue más y ganó merecidamente más allá de la gran polémica generada por el curioso accionar del VAR en un gol anulado al “millonario”.
Horas después de finalizado el Superclásico que volvió a jugarse con las dos hinchadas tras casi seis años (el último había sido el histórico duelo en Madrid por la final de la Copa Libertadores), desde el gobierno de Córdoba admitieron que el partido le permitió a la provincia sumar unos 4 mil millones de pesos en ingresos por hotelería, gastronomía y otros rubros.
Los hoteles a pleno y los locales gastronómicos con fila y lista de espera, fueron las postales del fin de semana en la ciudad de Córdoba y alrededores debido a los más de 40 mil visitantes que llegaron a la provincia para disfrutar del histórico Superclásico entre River y Boca.
El estadio Mario Kempes, donde se disputó el Superclásico y se jugará la semifinal entre Boca y Estudiantes.
“El gasto promedio por persona en comidas más alojamiento, sin tener en cuenta transporte, nos arroja un resultado positivo de más de 2 mil millones de pesos que impactaron de manera positiva en la economía cordobesa. Esto significa trabajo y productividad en un momento de crisis que atraviesa el país”, expresó Darío Capitani, presidente de la Agencia Córdoba Turismo.
“El partido se vio en 79 países lo que puso a Córdoba ante los ojos del mundo”, agregó.
El gasto promedio entre desayuno, almuerzo y cena -por persona- se estimó en unos $19.000; mientras que el promedio en alojamiento -una noche de estadía- fue de alrededor de $55.000, mientras que, si además se suma la movilidad y gastos generales, la cifra supera los 4 mil millones de pesos.
“Vivimos un fin de semana espléndido, con unos 40 mil turistas de todo el país que caminaron, conocieron y consumieron en Córdoba”, precisó Capitani, quien resaltó el acompañamiento y trabajo conjunto que realizan a diario con el sector privado ya que “son el eslabón fundamental y los que generan inversiones y empleo genuino para que Córdoba continúe por el camino del progreso y el desarrollo”.
La mayor capacidad del Kempes hubiese sido un arma difícil de combatir para Mar del Plata aún si el José María Minella hubiese estado en condiciones óptimas.
Los 57 mil lugares del estadio cordobés le permitieron a cada club contar con 25 mil hinchas por lado. Si se tiene en cuenta que la capacidad del Minella hoy ronda las 32 mil ubicaciones, el estadio marplatense hubiese quedado chico para tamaña expectativa.
Ahora bien, consumado el triunfo boquense, surgieron idas y vueltas por la sede para la semifinal entre Boca y Estudiantes de La Plata, que finalmente se jugará también en Córdoba.
Como el partido se programó para el martes, desde el club platense pusieron el grito en el cielo por las dificultades que el hecho de jugarse en día hábil generará para el traslado de sus hinchas. Porque si bien Estudiantes tiene un gran acompañamiento, el núcleo de sus seguidores vive en La Plata, mientras que Boca tiene numerosos hinchas en cada rincón de país.
El José María Minella hubiese sido una excelente opción, teniendo en cuenta el gran acompañamiento que Estudiantes tuvo cada vez que le tocó jugar en Mar del Plata. Las poco más de tres horas de distancia le habrían allanado la posibilidad de estar en la semifinales a muchos “pincharratas” más.
Inclusive también asomaba como opción natural para el otro cruce que Argentinos Juniors y Vélez Sarsfield animarán el domingo en San Nicolás.
Sin embargo, la posibilidad del Minella como sede nunca estuvo sobre la mesa para ninguno de los dos partidos. Hace tiempo en realidad que el estadio que supo albergar Mundiales, Juegos Panamericanos, Torneos de Verano y partidos de la Selección Argentina está fuera de competencia.
Basta con recordar que la tribuna techada del Minella está inhabilitada desde septiembre de 2021 por serios problemas estructurales. Con los inconvenientes que eso acarrea para Aldosivi y Alvarado, hoy los únicos que utilizan el estadio municipal para partidos oficiales.
La Municipalidad de General Pueyrredon no tiene fondos para afrontar los millonarios costos que requiere la puesta en valor del Minella. Hoy tampoco parece existir la posibilidad de la intervención en ese sentido de la provincia de Buenos Aires, que como todas padece el ajuste. Y mucho menos la chance de que los costos los afronte un estado nacional que en varias oportunidades dejó en claro que apunta a inversiones privadas para cuanta obra se proyecte en el país.
En ese sentido, el anunciado interés de la AFA de Claudio Tapia por convertir al José María Minella en la casa de las selecciones y afrontar los onerosos costos de su remodelación parecían ser una solución al problema.
Pero si bien desde la municipalidad aseguran una y otra vez que las charlas se mantienen y el interés afista también, lo cierto es que en dos años no hubo avances al respecto. El estadio sigue como entonces, con su tribuna principal inhabilitada y sin poder recibir partidos oficiales de Copa Argentina o Copa de la Liga. Y la ciudad ve cómo se escapan oportunidades de sumar oferta turística por fuera de la temporada de verano.